-A veces me acuerdo de vos.
-Jaja, yo también, mucho.
-Pero si hay algo que me remite a vos es encontrarme en tu lugar hace un par de años.
-Explicame.
-¿Te acordás cuando eramos amigos y nada mas?
-Si.
-¿Te acordás como aguantaste sin chistar todas las cosas que yo hice hasta que por fin no pudiste mas y me dijiste todo lo que sentías por mi?
-¡Que feo! parece que fue ayer.
-Bueno, hoy estoy en tu lugar. Y me toca a mi esperar a que se de cuenta.
-No te puedo prestar mi paciencia, me costó forjarla.
-No te la pido. Prestame tu recuerdo para cada vez que tenga que mirar sus ojos cuando le dirija la palabra.
-Hecho.
-Sos unas de las mejores mujeres que conocí en mi vida.
-Mentís.
-Sabes que no.
perfecttttto.
ResponderEliminarrealmente es una cagada bastaaaaaaaaante grande cuando se dan vuelta los roles, especialmente como en tu caso, cuando la otra persona pasó momentos chotos y ahora te toca a vos. Muy bueno tu blog, me gustó, especialmente la entrada del tren.
ResponderEliminarLo esencial no es el recuerdo. Es que lo recuerdes.
ResponderEliminarAme esta entrada, ya leí las primeras. Voy a seguir, es un vicio. <3
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