Cumplí veintidós años el martes y lo empecé mejor de lo que esperaba. Rodeado de 3 seres que eran pura inestabilidad. Dos que ya conocía y uno que pude conocer este año. Después del llamado de mamá, que me abrazó el alma y me liberó para que la noche comenzara. Un, dos tijeratazos, el sabor amargo y de forma repentina podía observar como la luna me saludaba y me pedía que festeje. Pude observar el cielo, las estrellas se habían vestido de gala para mi y el viento, el viento traía un olor verde que sólo mis amigos y yo podíamos sentir.
Entre recuerdos y recuerdos futuros de lo que se nos viene, cerré la noche y recibimos al alba de la mejor manera. Podrán despojarme de todos mis bienes, mis creencias y certezas, pero la unión y el vinculo que establecí el veintidós de octubre del año dos mil trece quedará por siempre guardado. En mi corazón, en mis ojos, en mi cabeza y en esos abrazo fundidos en oro que coronaron la noche y detonaron mis lagrimas.
FC
ResponderEliminarTe suplico que me regales, dones, prestes, o permutes esa forma extraordinaria que tenés para describir perfectamente las cosas que queres decir.
ResponderEliminarQuiero leer más!
ResponderEliminarQuiero leer más! Me gustan muchísimo tus cuentos.
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