lunes, 7 de febrero de 2011

Recuerdos de lluvia.

El sonido del trueno lo despertó y tardó en darse cuenta si seguía soñando o estaba despierto. No se atrevió a mirar a la cama que tenía abajo. "Camas de mierda, odio las camas dobles..." pensó y sin mirar la expresión de su hermana, quien dormía en la cama de abajo con los ojos entre abiertos y la boca rígida, se dirigió al living.
Prendió la computadora y sólo fue el puntapié inicial para ponerse a hablar de cosas que le daban miedo. Pero vamos... ¿Quien no quiere tener un poco de miedo un día de lluvia?.
La casa tranquila, gris, lúgubre lo invita a recordar miles de episodios inexplicables que tenían como protagonista al miedo.

Se acordó de la mamá de su amigo, quien en un estado de depresión y sonambulismo se dirigió al living y a gritos desgarradores lloraba pidiendo que todo se detuviese.
En su oído a modo de recuerdo sonó la voz su amigo, que le contaba por teléfono aquel episodio, en donde su madre caminó dormida y aseguró verse muerta , en un cajón y con un montón de gente llorando a su alrededor.

Recordó a su prima, quien con 20 años estaba sumergida en una relación aparentemente de "bien" con un idiota del barrio. Pero eran pocos los que sabían que la relación era una mierda y que por eso , la prima "G" había decidido engañar a su marido con un amigo de su madre.
El engaño se materializó a los 2 meses, empezó con un atraso en su periodo menstrual y cuando se quiso acordar, había pasado el tiempo y la prima "G"cargaba con un feto de 5 meses en sus entrañas. El bebé presentaba problemas y a los 5 meses y 3 semanas fue extraído de ese cuerpo que lo llevaba en representación del fruto del falso amor que se tenían la joven adúltera y su novio, el legal.
Santiago, (así habían decidido nombrarlo) no pudo con el desafió de ser un bebé prematuro y murió 1 semana después de haber nacido. El único que lo sufrió verdaderamente ni siquiera lo había engendrado, aunque el creía que si y la prima "G" tenía que sostener la mentira, por lo que jamás le contó que lo había engañado.
"-Lo vi, te juro que estaba leyendo la partida de nacimiento de Santiago... y cuando sentí que el gato lloraba, me di la vuelta y lo vi... parado, con los ojos cerrados y al costado de la puerta estaba mi bebé, seco y amarillo." Le contaba la prima "G" a mi mamá, 1 mes después de la muerte de Santiago.

Recordó a Patricia, quien en un intento desesperado de salvar su relación con su marido, se había sometido a rituales que encerraban lo místico y la charlatanería. "Me hicieron bañar en leche de coco, también me pidieron que llevara esta flor en mi vagina. A Gabriel le pidieron que se tragara un papel, con mi nombre y varias veces "el pai" le escupió la cabeza con whisky". Eso fue el inicio para una serie de hechos inexplicables, que la involucraron con templos umbanda, en donde la gente comienza a cantar canciones en portugués, rezan y de un momento a otros son entidades. Son cuerpos poseídos por chamanes, médicos y prostitutas que han muerto hace mucho tiempo.
No puede evitar no acordarse de ese cuartito, rojo y con varios cuadros en donde se veían escenas cotidianas de una mulata lavando la ropa. El cuartito rojo... ¡Que miedo! tenía un Cristo gigante, y al lado, varias estatuas de "San La Muerte"... había velas y mucha comida. "Ofrenda" le llaman ellos.


Recordó la primera vez que había experimentado con sustancias y en medio de una pesadilla se despertó inmóvil, era inútil moverse. Trató de gritar pero fue en vano, sólo podía mirar. Su habitación giraba, por ratos parecía que las paredes se inclinaban. La puerta semi abierta le daba un vistazo al living.
Vio pasar a alguien, su abuelo, que seguramente había ido a mear a mitad de la noche como acostumbraba a hacer. Pero esta vez su abuelo se quedó parado, mirándolo a través de la puerta.
Algo raro había en el anciano, no era su abuelo... el normal. No tenía ojos, en su lugar había dos cuencas negras. ¿Y que mierda susurraba tan rápido?.
El viejo pegó un grito y empezó a caminar, como viniendo a la pieza donde yacía acostado "El Inmóvil", "El Paralizado" como me gusta llamarlo a mi. El inmóvil sintió una presión, miedo y mas miedo... que termino por hacerlo gritar tan fuerte, que el mismo se despertó con su grito.

La lluvia se detiene, vuelvo a leer mis recuerdos y si, ahora tengo miedo.

2 comentarios:

  1. Me pasa lo ultimo, no me puedo mover pero estoy bien despierto y también me da miedo, pero no es la lluvia, me siento bien en medio de las tormentas.

    Una creatividad gigante la suya Matt!, si todo eso lo escribiste de una encima un talento.

    jlg

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  2. Genial nene, te fuiste de mambo y hasta me hiciste imaginarlo todo.

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